Desarrollo social

Para el desarrollo social de tu potro, es importante que crezca entre potros de su edad y otros caballos, para que aprenda habilidades sociales y pueda descubrir cómo comportarse de forma "equina". El lenguaje equino implica saber leer la nariz, los ojos, las orejas y la posición de la cabeza y el cuello o la cola.

También para el desarrollo físico del potro es muy importante que tenga un compañero de juegos. Los potros se animan unos a otros corriendo. El ejercicio es excelente para el desarrollo de sus articulaciones.

Si no es factible que tu potro comparta campo con otro potro, no te preocupes. Al parecer, los potros suelen jugar muy a gusto con las yeguas y aprenden igualmente bien de ellas el lenguaje equino.

Microchips y croquis

Un potro puede llevar microchip a partir de las seis semanas de vida. En cualquier caso, debe ser identificado antes de los seis meses (o hasta 1 año, según los países) A partir de esa edad, seguirá siendo posible identificarlo, pero recibirá un pasaporte con restricciones. No destete a tu potro hasta que un asesor de pasaportes le haya colocado el microchip y haya sido identificado. Si el potro ha sido destetado, será necesario determinar su identidad mediante pruebas de ADN de ambos padres.

Consulta el sitio web de su propio libro genealógico para conocer los requisitos de microchipado para su potro.

Comer hierba

Cuando un potro tiene dos semanas, empieza a picar hierba. A las seis semanas, pastará entre un cuarto y un tercio del tiempo que su madre.

Explorar

Cuando un potro encuentra algo nuevo, primero lo olfatea. Luego lo lamerá, lo chupará y lo morderá. No regañes inmediatamente a un potro joven por ello. No lo hace conscientemente y sólo está explorando. La primera vez puedes permitirle este comportamiento, pero después tendrás que decirle constantemente que no lo haga. De lo contrario, el potro seguirá haciéndolo, incluso en la edad adulta, cuando sus mordiscos ya no sean "bonitos".

Semana 9

Acercamiento por ambos lados

Una investigación estadounidense ha demostrado que es realmente positivo que se toque a los potros desde pequeños. Al parecer, dos o tres años después, en un campo, los caballos a los que se acariciaba y se acercaba por el lado izquierdo del cuerpo cuando eran potros resultaban mucho más fáciles de acariciar/entrenar por el lado izquierdo. Lo mismo ocurría con los potros a los que sólo se les acariciaba el lado derecho. Por lo tanto, acercarse y tocar a un potro por ambos lados durante el periodo posterior a su nacimiento tiene sus ventajas. No lo "olvidará" durante sus años de crianza.

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